Apenas 12 días me quedan en Guatemala y debo agradecer muchas cosas a mucha gente. Me pongo emotivo. Este blog se está traspasando los límites aceptables de sentimentalismo…
He conocido a mucha gente y mucha gente me ha ayudado, así que gracias a todos. Pero he de centrarme en tres personas que han hecho de este trabajo una aventura. Así que los tres últimos post estarán dedicados a tres personas que han facilitado mi estancia aquí. Esto no quiere decir que los demás no sean importantes pero creo que es a ellos a los que se lo debo: a dos chapines y a un español chapinizado. Así que a ellos les dedicaré un pangenérico, que es igual que un panegírico pero con muchas más tonterías.
Están otras personas, pero a ellas se lo agradeceré personalmente: Ángela, el resto de jóvenes cooperantes, españoles y otros extranjeros, chapines, visitas y demás.
Y a los que me habéis leído, muchas gracias. He sido un poco pesado, un poco pedante, un poco sentimentaliode, un pelín flipado y, a veces, un gran capullo. Pero he sido yo, siempre.
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