viernes, 13 de mayo de 2011

qué voy!!!!!!!!!

Me voy a España unos días, felices asuntos familiares y vacaciones. He estado chequeando los vuelos, la gran puchica. Voy a estar más tiempo en aviones que durmiendo en mi cama de España. Perdón, en mi excama de España (prepárate Víctor). Salgo del pueblo, unas 5 horas a la capital, allí al aeropuerto con tres horas de antelación  por eso de los vuelos internacionales y los controles. Ni muerto Bin Laden nos van a dejar hacer las cosas más fáciles. Aunque no es nada comparado con los controles para salir de Israel. Sí, ¡para salir! Esa historia será en otro blog... Tres horas de viaje para llegar a Panamá y otras dos horas de espera para el enlace con Madrid. Luego diez horas más y, por fin, besar el suelo patrio. Tendrían que dejarte bajar en la pista como los equipos de fútbol cuando ganan algo o al Papa. Es una mierda eso del brazo articulado que te deja en los pasillos de la terminal. Además, ahí no se puede fumar y son un montón de horas de viaje… Para demorar más mi primer gazpacho casero del año, me dejan en el satélite donde tienes que montar en metro sólo para ir por las maletas. La terminal satélite es al aeropuerto lo que Las Tablas a Madrid. Te dicen que es Madrid pero te engañan, está a tomar por culo.

Resumiendo para no aburriros. Saldré el viernes 20  a las 2  pm de San Pedro. Dormiré en algún lugar: capital, Antigua, donde sea. Me levanto y al aeropuerto. Con el cambio horario llego a Madrid el domingo a medio día habiendo mal vivido sólo 30 horas en dos días. Interesante esto del cambio horario. ¡Le pienso pedir estas horas perdidas a la muerte!

Posibles  impresiones de las vacaciones en España:
-          ¡joder, qué caro es todo!
-          Paseo nocturno de vuelta a casa después de una buena juerga
-          Primavera en Madrid. Cada uno tiene sus gustos pero yo la echo de menos
-          En dos meses me uno al cupo de parados.  Maldita sea, todo el mundo hablando del problema del paro y tú pensando en unirte a ellos. Debemos ser la asociación más grande de España y la única de la que todos quieren salir.
-          Nunca se olvida uno del sabor del chorizo ni del jamón

sábado, 7 de mayo de 2011

Sábado por la tarde y... trabajando

Sábado por la tarde y trabajando un poco. Como estoy hasta las narices me he servido una copa de ron, he encendido un piti y  he dejado de trabajar, obviamente.  Os serviría una copita pero no me llegan los brazos, así que os dejo esto. Espero que os guste.

La poesía en un refugio,
Un paraguas pequeño para compartir la tormenta.
Los poemas como lugar común
Entre el fracaso y la esperanza
Entre tus pies y mis pasos.
La poesía es un perro ladrando a la luna
A las 10 de la mañana,
Son las manos de Geppeto moldeando
Tus muñecas.
Un buen poema es soñar que te despiertas
Y seguir soñando.
Es un buen culo que avanza por la calle
Pero que nunca se aleja.

jueves, 5 de mayo de 2011

Un Vitara del 85

Salvadoreando el último fin de semana por lindas playas de surferos, viendo la exhibición de abdominales que reinaban en sus playas y sintiendo envidia sana mientras engullía pescado y cervezas. Lo más curioso del  viaje fue una parte del trayecto que realizamos en un Suzuki vitara del 85. Bien envejecido, como los vinos, y a una media de 60 kilómetros la hora en llano. Subiendo se paró una vez pidiéndonos respirar. En su interior florece el musgo pero, a pesar de todo, anda. Despacio recorrimos una parte de Guatemala con él. El velocímetro no funcionaba, para el Suzuki siempre íbamos a cero por hora; el cuenta kilómetros se paró hace tiempo (el dueño específico que años) en unos 600.000 kms y el capó tenía manchas de óxido y un gran bollo debido a que se abrió una vez en marcha y chocó contra la parte metálica superior del  parabrisas.

Lo bueno de Guate es que cada pequeño viaje tiene un halo de aventura. Sales de casa a la expectativa. Un día se rompen los frenos, otro el carro tiene casi mi edad y mejor salud, al siguiente te quedas atrapado en un nudo de carreteras en la noche guatemalteca. A unos amigos les cayó un diluvio y tuvieron que volver en tuc-tuc durante una hora bajo la tormenta al pueblo donde se alojaban porque no quedaban autobuses (obviamente, nadie te informa de que no quedan autobuses).

Siempre estás expuesto a un sinfín de sorpresas, es inacabable la capacidad de Guatemala para convertir en anécdota cualquier transporte, cualquier viaje. Sólo comparable a la facilidad de encontrar a alguien que te resuelva el problema por unos pocos euros. Si no tienes como llegar a algún sitio siempre alguien tiene un primo o un amigo al que llama y con el que negocias un precio. Este amigo-primo-hermano puede estar en casa durmiendo o viendo un partido  o cenando. Aparece y te da una solución: su coche, un tuc-tuc, una furgoneta… Dentro del gran caos que es Guatemala siempre se encuentra una solución. Dentro del desorden general, cuando ya no crees en llegar a ninguna parte, los momentos en que te acuerdas de que este es un país peligroso, todo se ordena con una llamada y con menos de 10 euros. No he conocido nada tan caótico y, a la vez, tan fácil.