He tenido visita, han venido mis padres y mi hermano. Y ahora también está Ángela por aquí. Supongo que nadie espera que me ponga melancólico por aquí pero para algo este es mi blog. Pedí vacaciones y pasé con mis padres, mi hermano y Ángela cuatro días viajando. Hoy nos hemos despedido y se me ha hecho raro volver a mi pueblo. Hacía seis meses que no veía a mis padres y un montón más que no veía a mi hermano. Y me he quedado raro. Pensaba que estas cosas me afectaban menos…
Os cuento un par de anécdotas. A unos tres mil metros de altitud, en la interamericana, camino de Xela, en una furgoneta para nosotros, en mitad de la nada sonó a pinchazo y paramos en el arcén. La rueda parecía bien pero goteaba el líquido de frenos. Así que el piloto decidió desmontarla y arrancar todas las cosas-aparatos-cacharros que hay dentro de la rueda. Luego tuvimos que parar carros hasta conseguir unos alicates y encontrar alambre. Arregló todo con un trozo de alambre que quitamos de una valla de madera, guardó todas las piezas arrancadas en el coche y salimos. Grandes frases del momento:
(Tipo majete que paró su carro y nos dejó los alicates cuando terminaba el arreglo) - ¿queda líquido de frenos, no?- Diego, el piloto, responde con cara de seguridad pero sin haberlo revisado- si, no hay problema-. El tipo majete replica que será mejor que no frene, que use compresión o algo así. Nuestro piloto le responde afirmativamente y nuestras caras muestran un poco de preocupación. Para rematar, mi padre al piloto –a ti sí que te sale barato hacer coches, te sobran un montón de piezas-. Ya en marcha de nuevo, ante el silencio, Diego “Mc Giver”, se da la vuelta y nos dice: “con tres ruedas cuerdas no hay problema, ya hemos trabajado así” Y, sorprendentemente, llegamos bien.
Hay más anécdotas, pero para ser breves os dejo con una imagen. Mi padre, de sesenta y ocho años, después de hacerle subir una montaña le hicimos bajarla en un “picop” (las rancheras de toda la vida con la parte de atrás descubierta). Sentados atrás en cajas de frutas donde apenas cabíamos porque ya cargaban dos campesinos. Bajó la camioneta muy rápido y todo estaba lleno de baches. Fue divertido ver a mis padres en esa situación, no me los imaginaba y parece que lo pasaron bien. Tampoco me iban a decir lo contrario…
¿cuándo regresas de definitivo? Tus hermanos se han apoderado de la casa, te informo.
ResponderEliminarYa me han informado mis padres. Víctor se ha apoderado de mi cuarto!Pero volveré y daré pelea para recuperarlo!
ResponderEliminarun beso!
Paquito!! Una semanita sin leer tu blog y me sorprendo (bueno, todo lo que se puede sorprender uno que lleva en la misma silla de la oficina las últimas 10 horas) de que te olvidas de que antes de la visita de tus padres, tu hermano y la santa de tu novia; hubo dos aventureros que se fueron a visitarte para que mataras tu antojo de jugar a la pocha...
ResponderEliminarMuy mal, muy mal... Ya puedes invitarme a cerveza cuando vengas para que se me pasen los celos...
Besiiituuuuuuuuuuuuuus
te invitaré a cigarrillos, que no es poco. Y, si paso la aduana sin problemas, a Zacapa. Cómo me iba yo a olvidar de ti, corazón, jejeje. Las aventuras de Spinete y pablobarbas en Guatemala merecen mínimo un libro!
ResponderEliminarUn beso grande de España