Explico brevemente cual es mi trabajo para poneros en situación. Estoy haciendo un plan de desarrollo económico para la Manclalaguna. Os habéis quedado como yo cuando me lo dijeron: ojipláticos (esta pedantería se la oí a alguien, por suerte, no es mía) y desconcertados. Me dieron un libraco de un plan de otra Mancomunidad y “a la chaval, tienes nueve meses”. Tres semanas después todavía tengo dudas sobre lo que hago, aún así no me rindo y siento mi dolorido culo unas ocho horas mientras miro datos, informes, estudios, consultorías, planes, planificaciones, ordenamientos y demás papeles que se suponen son mi trabajo. De vez en cuando y sin abusar del corta y pega preparo mi plan de desarrollo.
Imagina que pasas un día trabajando en algo, me da igual en qué. Pongamos que eres periodista y has preparado un artículo durante días. A la hora de publicarlo alguien llama y dice que ha cambiado la historia, tu jefe te dice que lo que hiciste ya no vale para nada. Que otro medio tiene una exclusiva, que les copies, que otra vez será, que no eres tan malo pero tampoco eres tan bueno, etc. Pongamos que eres cajero en un banco y pasas el día sonriendo a jubilados que preguntan si ingresaron ya la pensión y a gente con demasiada prisa como para darte los buenos días. Pongamos que tras pasar as todo el día llega el cierre y, con las ganas que tienes de irte a un bar y mandar a todos a la mierda, no te cuadran las cuentas. Y empiezan los gritos y vuelves a revisar todos los ingresos, el jodido debe y haber. Y aumenta tu cabreo. Y ya no vas a un bar sino que sales a las 9 de la noche y te arrastras a casa con un montón de palabrotas en el cuello de la camisa.
Pues más o menos así es mi rutina. Todos los datos se contradicen, los oficiales sobretodo. Cuando crees que por fin has llegado a una conclusión, todo se jode. Pongamos un ejemplo: tras toda la mañana trabajando sobre el sistema educativo de los municipios de la Manclalaguna, cuando por fin termino y me voy a fumar un pitillo tranquilo. ¡Me doy cuenta! Al cruzar los últimos datos oficiales, ¡hay más niños matriculados en primero que niños existen! ¡Todo a tomar por culo! Se lo comento a un compañero guatemalteco, responde: “Bienvenido a Guatemala”
Menos mal que, al menos, aquí el tabaco es barato.
Nota: los datos eran de años distintos ( 2008 y 2010). Eran los datos más cercanos en tiempo que encontré
Te podrías subir algunas fotos al blog o fcbk!
ResponderEliminarPaco, la creatividad y la capacidad de improvisación son tus mejores aliados. ¡¡¡Imaginación a poder (lo dice Carmen Simo)!!!!
ResponderEliminarPregunta Carmen qué mas gente anda por allí???? cuenta!!!!!! o estás solito ante el peligro guatemalteco?????? muak