“la patria es estar lejos de la patria”
J. Bonilla
Pufff es difícil enumerar las cosas que echas de menos. Y digo cosas, si empiezo a hablar de personas voy a aquedar fatal con la gente así que pensad que sois todos vosotros y todos felices y contentos. Según el momento y la situación uno echa de menos cosas distintas. Por ejemplo, cada mañana echo de menos la cocina de casa de mis padres y ver a mi madre desayunando y yo sin poder hablarla por culpa del mal humor con el que amanezco. A media mañana me gustaría que a alguien se le ocurriese la idea de ir a tomar una cerveza y la acompañase de aceitunas y guarrerías varias. Pero por la noche es cuando más añoro la patria que forman la casa, el barrio y la iluminación de las calles de Madrid. ¿Es raro echar de menos conducir por Madrid cuando no hay tráfico? ¿Se puede echar de menos una moto?
Supongo que lo de la comida es un lugar común, da igual de donde seas que siempre te faltarán los sabores de casa. Aquí, he intentado hacer un cocido, os doy un consejo que alguien debería haberme dado: el bacon ahumado no puede, nunca, sustituir al tocino. El gazpacho no se me da mal, la verdad.
La verdad es que según pienso las cosas que echo de menos, creo que me he hecho un friqui. Me apetece leer el país en la versión de papel y tomar una cerveza sentado en el césped de un parque bonito. Quiero que llueva y quedarme en casa viendo todos los partidos que den por el gol tv ese (aquí lo hay pero no es lo mismo ver un Hércules Sporting acompañado por hermanos friquis que hacerlo solo). Las cantinas podrían parecerse a uno de esos bares de viejos que hay por la España profunda pero os aseguro que no tienen la misma ensaladilla rusa.
Me gustaría, en este momento, oler el suavizante que usan en mi casa y no el de la lavandería. Tampoco estaría mal montarse en el metro a esperar que llegue la primavera y sus vestidos, esto de que no haga frío por aquí hace que uno se acostumbre a los tirantes y no los valore lo suficiente.
Y la costumbre de tomarse un café fuera de la oficina después de comer. Me tengo que ir solo y escuchar música mientras leo “prensa libre” y explico que es un placer tomar café después de comer.
Todas estas tonterías para decir que se hace raro pasar la navidad lejos
Si, se puede echar de menos una moto...
ResponderEliminarPaquito, aunque no físicamente, estarás aquí con nosotros.
ResponderEliminarCosas que yo echo de menos: unas cervezas contigo y hablar de lo que sea durante toda la tarde. Esperemos qeu en 2 o 3 meses sea posible en una cantina guatemalteca!
Un abrazo y ANIMO
¡¡¡Paquitoooo!!! Yo echo de menos tu habitación echando humo y tus ceniceros repletos por todos lados... Ahora está todo tan limpio y bien oliente que hasta da un poquito de asco. Hasta yo he dejado de fumar. Cinco meses. Ni yo me lo creo. Ya ni siquiera puedo gorronearte cigarillos...
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